Primero que todo quiero dejar claro que no existe tal cosa como el evento perfecto, pues cada persona es un mundo diferente que podría plantear su versión de cómo hubiese hecho las cosas en la posición del equipo creativo. Pero vamos, esto es lo más cercano a la perfección que hemos tenido en el 2020. Dentro de un año nefasto para el mundo entero, la industria de la lucha libre se ha convertido en el escape y la salvación de muchos. Por 3 horas me olvidé de que existía realidad ajena a lo que observaba en mi televisor y eso fue gracias al evento NXT TakeOver War Games.
Los fanáticos, talentos, productores y hasta los mismos haters podemos estar de acuerdo en un tema de la industria de la lucha libre por primera vez en mucho tiempo, NXT TakeOver War Games fue demasiado bueno como para ser real. Si, digo los haters, porque cada empresa tiene su base de fanáticos, su universo de la WWE y tienen su grupo de haters, que en ocasiones suelen ser fanáticos confundidos o molestos con la empresa a la cual muestran su repudio con pasión. Pero anoche, NXT TakeOver War Games nos puso una cinta adhesiva en la boca a todos, nos enganchó y nos llevó en una montaña rusa de emociones desde el segundo número uno hasta que finalizó luego de 3 horas. Y algunos dirán: ‘¡Ay ya Michael! No estuvo tan bueno. ¡Bájale!’ Y yo les digo a las personas que dicen eso que tienen que sentarse a ver el evento nuevamente sin el celular en la mano para comprender la magia que ocurrió anoche.
Comenzamos por el War Games femenino. Quien no se pusiera de pie de su silla o de su cama mientras veía esta lucha, simplemente debe reconsiderar su pasión por la industria. Ver a Io Shirai colocarse un zafacón metálico en su cuerpo y lanzarse del tope de la jaula le detiene el corazón a cualquiera. Ese Eclipse de Ember Moon desde la tercera cuerda a Dakota Kai entre medio de dos sillas fue como para dejar a cualquiera diciendo: ‘¿Qué caraj0$?’ Encima ponen a la latina, Raquel González, a aplicarle un Powerbomb de madre a la Campeona Mundial Femenina de NXT, Io Shirai y encima de una escalera. No hay manera en el infierno de que alguien pueda convencerme de que esto fue excelentemente ejecutado.
Tommaso Ciampa y Timothy Thatcher nos dieron una clínica de Strong Style japonés y británico mientras nos mostraban el arte de la lucha técnica simultáneamente. La lucha fue tan recia que Thatcher termino con los oídos y orejas sangrando producto de los golpes que se dieron. Nadie esperaba nada de Dexter Lumis y Cameron Grimes y terminaron dándonos una lucha entretenida. Encima de todo, nos dieron una excelente lucha de Triple Amenaza por el Campeonato de Norte América que contó con el regreso de Austin Theory, Damien Priest volando por los aires y una historia en donde todo parecía que Leon Ruff retendría el título que al día de hoy no puedo creer que haya ganado. ¡Ah! Y Johnny Gargano se coronó Campeón de Norte América de NXT por tercera ocasión.
¡Y ni hablar de la lucha estelar! Pat McAfee es tan Bueno que hasta él mismo desconoce su talento. Sin ninguna necesidad, quien es considerado el mejor puntero de la década anterior en la NFL, una súper estrella global, Pat McAfee, se lanzó del tope de la jaula en un Swanton Bomb mientras hasta el más incrédulo comenzó a aplaudirle a Pat. Kyle O’Reilly mostró su calibre y me motivó a querer verlo como Campeón Mundial de NXT algún día. Y ni hablar del trabajo de Oney y Burch, quienes hacían lucir a sus oponentes como oro puro. Esta lucha es una joya que nadie puede perderse.
Al Cesar lo del Cesar. Puedes amar u odiar su contenido. Pero NXT TakeOver War Games es hasta este momento el mejor evento del año 2020 en toda la industria de la lucha libre en cuanto a calidad en el cuadrilátero, psicología y construcción de una lucha estamos hablando. Si usted no tuvo la oportunidad de verlo, saque de su tiempo y vaya al WWE Network y dese la oportunidad. Si usted conoce a alguien que no haya visto lucha libre en ningún momento de su vida o está decepcionado de la industria, este es el evento que tiene que ponerle. Le aseguro que este será el evento que lo volverá a enamorar de la industria de las mil emociones, hombres por los aires y patadas voladoras.
